Mexikah es un videojuego para móviles en el que el jugador estará a cargo de la supervivencia y la expansión del Imperio Mexica. La historia inicia en la mítica Aztlán, desde donde los aztecas migran con la guía de los dioses para llegar al Valle de México: ahí fundan México-Tenochtitlan.
En una unión entre la historia, la mitología y la religión mexicas, el jugador es testigo del conflicto entre los dioses y ayudará a que Huitzilopochtli conserve el equilibrio del Universo y mantenga vivo al Quinto Sol, alimentándolo con los corazones de sus enemigos.
Mientras los mexicas expanden su dominio, su dios se hace cada vez más poderoso para combatir a la oscuridad que acecha el mundo.
Para la creación del universo de Mexikah, el equipo de Bucefalo Games realizó una amplia investigación histórica, de la religión mexica y de sus mitos sobre la creación del mundo. Asimismo, se consultó bibliografía especializada y las reproducciones de los códices existentes para recrear el aspecto de la vida de aquella época, visitamos museos de sitio y zonas arqueológicas, y contamos con la valiosa asesoría de arqueólogos y otros expertos.
Según la cosmogonía mexica, todo lo que conocemos fue creado por un ser supremo, y al principio del tiempo los dioses más antiguos —Tláloc, su esposa Chalchiutlicue, el hermoso Quetzalcóatl y su hermano, el celoso Tezcatlipoca—, se disputaron el honor de brillar en el firmamento y alumbrar el mundo de los hombres.
En cuatro ocasiones los dioses han caído, el Sol se ha apagado y grandes cataclismos casi han extinguido a la humanidad. En la era de México-Tenochtitlan brilla el Quinto Sol, que algún día también habrá de caer…
Textos antiguos cuentan varias versiones de la leyenda del Quinto Sol: se dice que en la ciudad de Teotihuacán se reunieron los dioses y uno de ellos se arrojó a una inmensa hoguera para convertirse en Sol.
Para mantenerlo encendido, Huitzilopochtli ordenó a su pueblo alimentarlo con corazones humanos ofrecidos en sacrificio, así obtendrá la fuerza para combatir contra la oscuridad todas las noches y emerger victorioso al día siguiente.
Dios de la guerra asociado al Sol. Su nombre significa “colibrí zurdo”.
Dios de la lluvia y del trueno. Su nombre significa “lo que bebe la tierra”.
Dios del viento y la sabiduría. Su nombre significa “serpiente emplumada”.
Dios de lo invisible, del caos y la oscuridad. Su nombre significa “espejo negro que humea”.
Dios del inframundo. Su nombre significa “Señor del lugar de los muertos”.
Diosa de los lagos y ríos, esposa de Tláloc. Su nombre significa “la de la falda de jade”.
Deidad solar, encarna al Quinto Sol; su rostro aparece en la piedra del Sol.
Deidad de vida, muerte y resurrección. Su nombre significa “Nuestro Señor el desollado”.
Sobrino de Huitzilopochtli, de su corazón brotó el nopal donde se fundó Tenochtitlan.
Los expertos estiman que alrededor del siglo XII los entonces aztecas abandonaron la mítica Aztlán —que nadie sabe dónde estaba— y migraron hacia el sur. Tras doscientos años de peregrinaje, llegaron al Valle de México e intentaron asentarse en diversos lugares, sirviendo a los reinos locales como guerreros mercenarios, hasta llegar al islote de México-Tenochtitlan.
Gracias a su ferocidad en batalla y alianzas estratégicas con los reinos más poderosos, finalmente lograron consolidar su poderío y expandir su imperio. Su supervivencia dependía de dos factores: la guerra, que les permitía obtener tributos y prisioneros, y la lluvia, que hacía crecer los cultivos para alimentar al pueblo.
Por esa razón el Templo Mayor de México-Tenochtitlan tiene dos torres, cada una con un adoratorio en la cima: uno está dedicado a Huitzilopochtli, dios de la guerra, y el otro es de Tláloc, el que hace llover…
General supremo del ejército mexica.
Sumo sacerdote del pueblo mexica
Hechicera y sabia consejera del tlatoani.
Gobernante supremo tepaneca, rey de Azcapotzalco.
General supremo del ejército tepaneca.
Sacerdote de Mictlantecuhtli.
Nieta de Metztli, sacerdotisa.
Príncipe destronado, líder de la rebelión.